miércoles, 23 de abril de 2008

Un libro, una rosa, una traducción y unas clases

Buenas tardes a todos:

Eso de empezar el día del santo de uno a las ocho y media, con una fruta en el cuerpo y medio en pelotas (para nadar, no me sean mal pensados) no podía ser buen presagio. "¿Vas a hacer algo especial hoy?", me han preguntado algunos. Hombre, si por especial se entiende salir pitando para tutorías e ir terminando una traducción horrible y estar almorzando delante de la computadora a escasamente un minuto de empezar las dos primeras horas de clase, tras las que vendrá una hora y media más (con teletransporte incluido, pues la última es en el centro), entonces va a ser especialísimo. Me queda el consuelo de que a las seis y media habrá empezado oficialmente mi santo, así que por lo menos lo podré celebrar durante unas horas. Y me autorregalaré un libro al que ya le he echado el ojo, por eso de seguir las costumbres de todos los años.
¡Feliz día del libro a todos!

P.D.: En la próxima actualización hablaremos de cine. Prometido.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Feliz San Jorge, hombre.

Yorch dijo...

Muchas gracias, Danilac. Nos seguimos leyendo, artista.