lunes, 28 de abril de 2008

Be Kind, Rewind y otras hierbas cinematográficas

Éste es el título de la última película que he visto, que en español ha recibido la espantosa traducción Rebobine, por favor. Sé que poco se puede hacer con el título, pero es que no hace justicia, es un título tan insulso que, si no le prestas atención, hace que la película pase por una pseudocomedia o una película de ésas que versionan otras pelis, tipo Casi 300 o Scary Movie. Y eso es lo que me pasó a mí. La vi anunciada, pero, vistos el título y la estética, decidí no prestarle mayor atención. Hasta que leí las críticas a la semana siguiente: Rebobine, por favor, según algunos, era de lo mejorcito de la temporada. «Estupendo --díjeme--, iremos a verla al cine». La decepción: había desaparecido de la faz de la provincia. Pero por suerte la han vuelto a poner esta semana en los cines del Rincón de la Victoria. Allá que fuimos a verla el viernes. Y el resultado no es, la verdad, tan tan tan entusiasta como lo eran las críticas leídas, probablemente por eso de que las expectativas ya eran lo suficientemente altas, pero, en cualquier caso, es una película que recomiendo ver, con una salvedad: absténganse aquellos que, a estas alturas de la vida, ya no estén capacitados para ver películas de cutrerío extremo y sonrojante como el que llena toda la película. Con un planteamiento absurdo y una ejecución que podría causar vergüenza ajena, Rebobine, por favor es deliberadamente cutre, sí, pero ingeniosa a la vez, con un ingenio que a cada nuevo visionado seguiría descubriendo más detalles. Y el trasfondo es aún mejor: nos encontramos ante una historia que es en realidad un homenaje a las cintas de VHS y a las películas relacionadas con ese período (presentes a través de unas descacharrantes suecadas, término que intentaré que pase desde ya a mi vocabulario). Y, encima, me recuerda a Cinema Paradiso, salvando distancias enormes eso sí, que es una de mis películas más favoritas. En definitiva, si tienen ocasión vayan a verla, aunque dense prisa, que no creo que aguante mucho en las carteleras (el otro día éramos seis personas en la función de las 20.10 del viernes...).

Seguimos de atrás a adelante hablando de películas. Pero no preocuparsen, que no me extenderé.

No vayan a ver Elegy si han tenido un mal día. Sinceramente, no entiendo demasiado la manía de Isabel Coixet por intentar hacernos llorar en sus películas. Pero a mí, Isabel, esta vez no me has pillado desprevenido, así que no derramé ni una lágrima. Ea. La historia, bien; las actuaciones, supongo que bien también (por cierto, ¿me lo parece a mí o Penélope Cruz no se doblaba a sí misma?) y las imágenes, eso sí, muy bien, todo muy triste y muy sobrio, a tono con la historia. Pero falta algo, un no sé qué que estaba en Mi vida sin mí y también, aunque algo menos, en La vida secreta de las palabras. En cualquier caso, una película lo suficientemente interesante como para no arrepentirse uno de ir a verla.

No vayan a ver 3 días si no están acostumbrados al acento andaluz. Vi esta película, estrenada este fin de semana pasado, cuando dio la sorpresa y ganó el premio más importante del Festival de cine de Málaga. Y menos mal que estaba subtitulado en inglés, porque en ocasiones era ininteligible hasta para los que somos del terreno. La historia, una sucesión de imágenes con un regusto a dejavù o como se escriba que echa para atrás. Las actuaciones, esta vez sí puedo decirlo, buenas, así como la ejecución. En el apartado negativo: la acumulación de elementos en la historia (la mezcla de meteoritos y asesinos es un tanto extraña) y el desarrollo de la historia, a trompicones, en ocasiones lenta y en ocasiones, rápida. Y, además, a mí me pareció un poco difícil de seguir, aunque no sé si se debía a que me había embrutecido súbitamente por ver inmediatamente antes la película que sigue.

No vayan a ver Fuera de carta si van buscando una película de culto. Dicho esto (no creo que nadie vaya con tales expectativas), es una película correcta, con una historia intrascendente que pasa a un segundo (o tercer) plano casi en el momento de empezar. Las risas, eso sí, están aseguradas, en ocasiones mediante momentos más ingeniosos que otros, aunque está claro que no pasará a los anales del cine español, o al menos eso espero. Me preocupa, para terminar con esta película, que haya tenido un sitio en el Festival de cine de Málaga, porque buena, lo que se dice buena, no es. No creo que sea digna de un festival como el de Málaga pretende ser.

Y, por último, no vayan a ver 14, Fabian Road porque no la han estrenado todavía. Cuando la estrenen, en caso de ir, vayan bien descansados y eviten a toda costa la sesión golfa, porque ir al cine para dormirse una película es una pena. En la película de marras la historia se desarrolla con demasiada, en ocasiones excesiva, lentitud, pero es una película que deja una agradable sensación, la de encontrarnos ante una obra cuidada, bien pensada, con unas imágenes bellísimas y unas actuaciones bastante buenas (creía que se llevarían algo en el Festival de cine de Málaga). Por lo demás, no sé cómo había podido pasar desapercibida hasta este momento para mí la belleza y el encanto de una de sus protagonistas, Julieta Cardinali. Por cierto, Julieta, que si lees esto porque estás buscando mi dirección de correo electrónico, la podrás encontrar en la esquina superior derecha de esta página. Y sí, sé que estás casada con Andrés Calamaro. Los hay con suerte...

miércoles, 23 de abril de 2008

Un libro, una rosa, una traducción y unas clases

Buenas tardes a todos:

Eso de empezar el día del santo de uno a las ocho y media, con una fruta en el cuerpo y medio en pelotas (para nadar, no me sean mal pensados) no podía ser buen presagio. "¿Vas a hacer algo especial hoy?", me han preguntado algunos. Hombre, si por especial se entiende salir pitando para tutorías e ir terminando una traducción horrible y estar almorzando delante de la computadora a escasamente un minuto de empezar las dos primeras horas de clase, tras las que vendrá una hora y media más (con teletransporte incluido, pues la última es en el centro), entonces va a ser especialísimo. Me queda el consuelo de que a las seis y media habrá empezado oficialmente mi santo, así que por lo menos lo podré celebrar durante unas horas. Y me autorregalaré un libro al que ya le he echado el ojo, por eso de seguir las costumbres de todos los años.
¡Feliz día del libro a todos!

P.D.: En la próxima actualización hablaremos de cine. Prometido.

viernes, 11 de abril de 2008

Sección oficial. Ocho citas

Mejor sabor de boca dejó la segunda de las películas que comento aquí, vista anoche en el Teatro Cervantes, con un poco más de glamur que en el resto de cines donde se proyectan pelis del Festival (el Albéniz y el Alameda a duras penas dan la talla para un festival). Pagar el doble es lo que tiene: aunque uno no entre por la alfombra roja, puede ver de cerca a los famosos (aunque ayer había mucha cara de gente de la tele), ver el ambiente del Teatro por dentro, el escenario para la entrega del Premio Eloy de la Iglesia y demás chorradas festivaleras que a un servidor le encantan.
La de ayer, como decíamos, atiende al nombre de Ocho citas, dirigida por Peris Romano y Domingo Sorogoyen, que vienen de participar (no sé si como gionistas o como directores) en algunas series de televisión, y se les nota. Se les nota, además, que lo suyo es la comedia a toda costa, de ésa que cuando no hace reír de por sí busca expresiones o situaciones forzadas que consigan arrancar una sonrisa. Y en ocasiones lo hace, pero, en otras, al menos conmigo, no. Con respecto a los actores, muchas caras conocidas (Fernando Tejero, Raúl Arévalo, Cecilia Freire, Verónica Echegui, Adriana Ozores, Melanie Olivares, Arturo Valls y Belén Rueda entre otros) y actuaciones que, sin ser malas, no son memorables (de todas ellas, destacaría a la de Raúl Arévalo) que se extienden a lo largo de tantas historias como citas tiene el título que presentan dos puntos débiles: se entrecruzan de manera un tanto forzada y están muy descompensadas entre sí.
En definitiva, una película entretenida, sin demasiadas pretensiones (aunque lo bueno, todo sea dicho, es que no va de lo contrario), que permite pasar un buen rato. Es el Al otro lado de la cama de la edición de este año. No creo que se lleve gran cosa del festival, salvo, quién sabe, el Premio del público.
Valoración para el Premio del público: 4/5 (sí, estaba rumboso anoche).

P.D.: Una peli más, 14, Fabian Road, y terminamos el Festival. Dicen los periódicos después del pase para la prensa de esta mañana que es la joya del festival. Ya os contaré qué me ha parecido. Y también hablaremos del concierto de Micah P. Hinson, que es esta noche. ¡Hasta pronto!

Sección oficial. Bienvenido a Farewell-Gutmann

Seguimos con las impresiones de la undécima edición del Festival de cine. La primera de las películas que he visto, Bienvenido a Farewell-Gutmann, me dejó con una mezcla de sensaciones. De una parte, es una película bien hecha, con un desarrollo del argumento más interesante de lo que a priori prometía la sinopsis y unas interpretaciones correctas. De otra, en ocasiones se hace especialmente lenta (lo que no quiere decir que no se haya hecho de forma premeditada), el ambiente es excesivamente sórdido y los parecidos con El método Grönholm son bastantes (no es que sea ni plagio ni inspiración, sino que esto deja la impresión de que estamos ante algo ya visto anteriormente).
En definitiva, lo segundo de Xavi Puebla no está mal, ni mucho menos, es más, da el nivel para un festival, pero no aporta gran cosa. Eso sí, no es película para ver en Sesión golfa o después de un día agotador, porque se corre el riesgo de quedarse uno dormido en el cine. Y los precios de los cines no están como para dormirse las películas, ¿no?

Valoración para el Premio del público: 2/5.

jueves, 10 de abril de 2008

Documentales. Selección de estrenos

Hola de nuevo:
Vuelvo a la carga, pero ahora con un documental. El pollo, el pez y el cangrejo real es el nombre de un documental que, cosa rara, pudo verse en los cines hace un par de meses, aunque a Málaga no llegó, creo. El domingo, por fin, tuve ocasión de verlo, puesto que me atraía tanto por el título, con ese aura mitológica, como por las críticas que había leído. Y no defraudó. En él se cuenta el proceso de preparación de un cocinero, Jesús Almagro, para el concurso Bocuse d'Or, que se celebra anualmente en Lión y al que se presentan veinticuatro cocineros representando al mismo número de países. El concurso consiste en elaborar sendos platos, uno de los cuales tiene que emplear cangrejo real y fletán de Noruega, y, el otro, pollo de la región francesa de Bresse, de donde deriva, por lo tanto, el título del documental. Aunque éste deja algunas cosas sin aclarar, está en ocasiones descompensado y ofrece una visión excesivamente francofóbica según mi opinión, es un documental muy interesante y ameno que deja, permítaseme el juego, un buen sabor de boca. Eso sí, imprescindible acudir a visionarlo bien alimentado, porque los ataques de hambre que pueden producirse pueden ser antológicos.
Esto es todo por hoy. Mañana hablaremos de la Sección oficial de largometrajes a concurso. ¡Hasta entonces!

Programas uno y dos de cortometrajes. Sección a concurso: el veredicto

Saludos a todos:
He aquí mi primera visión del Festival de cine de Málaga (que me disculpen aquellos a los que no les guste hablar de cine). Los pasados días 4 (viernes) y 7 (lunes) vi dos programas de cortometrajes, de la sección oficial a concurso de ZonaZine. No puedo poner ahora mismo los títulos de todos porque no los tengo a mano y la página web del Festival no se carga (eso es lo que yo llamo ser previsible), así que sólo puedo decir que estuvieron un poco descompensados los dos programas, puesto que del segundo sólo se libraban un par de ellos, mientras que casi todos los del primero estuvieron muy bien. De este último destaco RIP por estar tan bien planteado y Las horas muertas (por su título, magnífico, y la tensión de toda la historia), mientras que del segundo programa destacaría Susurros, por el sentido del humor que destila.
En pocas palabras, interesante aunque con un nivel dispar, pero siempre me gusta ver uno o dos programas de cortometrajes.
A propósito, os pongo por aquí uno de los cortos que vi hace muchos años ya en una de las primeras ediciones del Festival. Se llama La primera vez, y lo recomiendo por lo estrambótico de la historia (pónganse en el lugar de sus protagonistas) y la actuación, buenísima, de Mariví Bilbao (imapagable la frase «No sé si he cogido una buena hora para esto»). Merecen la pena estos diez minutos.

viernes, 4 de abril de 2008

Todos estamos invitados

Queridos lectores, por si no lo saben, en unas horas comienza la 11.ª edición del Festival de Cine de Málaga. Desde hoy viernes hasta el sábado que viene, el Teatro Cervantes y las dos salas que quedan en el centro (Alameda y Albéniz) serán el lugar de encuentro de gente a la que le gusta el cine en general, el cine español, ver a famosos o pasear. Ya está desplegada la alfombra roja en la calle de Larios (véase imagen) y gran cantidad de carteles se encargan de anunciar que una de las grandes citas del cine en España ya está aquí.
Este año, por fin después de algunos años en los que mi asistencia al festival ha sido casi testimonial, todo parece indicar que sí voy a poder disfrutar de él. Así que, programa en mano, he seleccionado la visualización de dos programas de cortos a concurso (viernes 4 y lunes 7), tres películas a concurso (Bienvenido a Farewell-Gutmann, 8 citas y 14, Fabian Road) el martes 8, jueves 10 y viernes 11 respectivamente y un documental (El pollo, el pez y el cangrejo real), el domingo 6. Ah, y el concierto de Micah P. Hinson, el viernes que viene. Total, que todo puede ser que termine la semana peor que la voy a empezar. Pero, al menos, espero poder decir Que me quiten lo visionao.
Todos estamos invitados. Pagando la mayoría, pero estamos invitados. ¡Nos vemos en los cines!

jueves, 3 de abril de 2008

Lo nuevo (o lo primero) de The Black Keys

Saludos a todos:
Lo nuevo de The Black Keys (publicado el 1 de abril) es, en mi caso también, lo primero. No los conocía de antes o, por lo menos, no tenía constancia de conocerlos. El caso es que una canción, Psychotic Girl, de su último disco, Attack and Release, escuchada el viernes pasado en un programa de KCRW (emisora de la que hablaremos un día de éstos) me llamó tanto la atención que hizo que me informara de ellos. De ahí, a Hypem.com (pendiente queda también una actualización) y, de ahí, a "comprarlo" y a disfrutarlo.
Todo un regalo lo último de The Black Keys, con canciones muy marchosas (Oceans & Sreeams y, sobre todo, Strange Times se llevan la palma en eso), otras más tranquilitas (All You Ever Wanted, Lies o So He Won't Break) y una, la mencionada, Psychotic Girl, que, si la hubieran escuchado los Coen habría estado en su No es país para viejos, o así me gusta pensarlo.
En definitiva, un disco muy recomendable (con una portada que le desmerece) que crece a cada escucha. Creedme, y veréis cómo os sorprenderéis tarareándolas de camino a casa.
Mañana (sí, mañana, de verdad) hablaremos del Festival de cine de Málaga, al que le queda poquito para empezar. ¡Saludos!