jueves, 31 de enero de 2008

Como oro en paño

Buenas tardes a todos:
Recién salí de la última clase de un cursito sobre ortotipografía (usos de negritas, cursivas, mayúsculas, minúsculas, versalitas, puntos, comas, puntos y comas, dos puntos, exclamaciones, etcétera) que empecé a dar la semana pasada. Sé que el tema puede parecer lo menos interesante del mundo después del cultivo intensivo del champiñón en Siberia, pero cuando uno es friki tiene que serlo hasta el final. Pues bien, a la hora de despedirme de los niños, una alumna me ha comentado que le ha interesado mucho la asignatura, y que dos que la hicieron el año pasado le dijeron: «Guarda el material que dé Dickinson como oro en paño, que luego te vendrá bien». No sé qué hay de cierto en todo ello, pero a mí me ha arreglado lo que queda de día. Y es que, comprobado una vez más, hay veces que con una única frase se te quitan de repente todos los sinsabores que deja este trabajo (y que tampoco son tantos, para qué engañarnos). Total, que estoy contento. Y quería compartirlo con vosotros. ¿Os ha pasado algo similar alguna vez?
¡Saludos!

miércoles, 30 de enero de 2008

Ni muerto ni de parranda

Eso. Que estoy bien (bueno, con la rodilla fastidiada, pero eso no me impide usar el teclado), que mil perdones por este silencio (tómenselo algunos como una tregua) y que a la próxima avisaré, pero es que ando un poco liado. Enero está siendo (bueno, ha sido, que esto está ya finiquitado) un tanto estresante, con más clases que nunca y un examen de los gordos en puertas: las oposiciones que me permitirán ser un funcionario hecho y derecho. Pero de eso ya les iré contando.

Por lo demás, todo bien, saliendo de vez en cuando al campo, nadando, escuchando música (sé que falta la segunda parte de los discos de 2007; llegará), haciendo un viajecito corto (también llegará la crónica veneciana) y yendo al teatro (a ver La cama, de Teatro en el aire, una obra de teatro sensorial absolutamente recomendable; no dejen de verla pues).
Y poco más que contar. Que los Reyes vinieron con muchas cosas, entre otras con el regalo que me echaron en el blog de Deka (viajecito a Roma el fin de semana que viene), y que, si tienen tiempo y ganas, les recomiendo que le echen una oreja al primer podcast del Iconoclasta Cansino (que no es otro que mi álter ego musical), 41 minutos de buena música. Y en el caso de que no os entusiasme, por lo menos podréis meteros con criterio con la música que escucho.
Que sigáis bien. ¡Saludos!
P.D.: En el próximo podcast habrá algo de este señor. ¿Alguna preferencia?