
Recién salí de la última clase de un cursito sobre ortotipografía (usos de negritas, cursivas, mayúsculas, minúsculas, versalitas, puntos, comas, puntos y comas, dos puntos, exclamaciones, etcétera) que empecé a dar la semana pasada. Sé que el tema puede parecer lo menos interesante del mundo después del cultivo intensivo del champiñón en Siberia, pero cuando uno es friki tiene que serlo hasta el final. Pues bien, a la hora de despedirme de los niños, una alumna me ha comentado que le ha interesado mucho la asignatura, y que dos que la hicieron el año pasado le dijeron: «Guarda el material que dé Dickinson como oro en paño, que luego te vendrá bien». No sé qué hay de cierto en todo ello, pero a mí me ha arreglado lo que queda de día. Y es que, comprobado una vez más, hay veces que con una única frase se te quitan de repente todos los sinsabores que deja este trabajo (y que tampoco son tantos, para qué engañarnos). Total, que estoy contento. Y quería compartirlo con vosotros. ¿Os ha pasado algo similar alguna vez?
¡Saludos!